24 de julio de 2012

La historia sin fiesta



La campaña histórica de la “U” es el claro ejemplo de que la fiesta debe volver, ya que no puede ser que un cuadro que fue campeón de una copa internacional y que está disputando torneos importante no tenga su fiesta, al fútbol chileno de a poco lo están matando, de a poco se está volviendo en algo político y económico.

Por: Martín Vásquez Alarcón

Universidad de Chile está viviendo una campaña histórica, la que comenzó un 2011 con la Copa Sudamericana y el Bicampeonato Nacional. Sin embargo, el éxito no sólo queda ahí, pues de la mano de su Director Técnico, Jorge Sampaoli han seguido cosechando más títulos y buenas presentaciones en los torneos, pues el cuadro azul logró una semifinal, la cuarta en su historia, en la Copa Libertadores del 2012 y un tricampeonato el cual la “U” jamás lo había obtenido. 

Pues bien, en el ámbito deportivo y dirigencial, no vemos ningún problema, pues la Chile está un peldaño y medio arriba de sus rivales nacionales y entre los grandes de América, pero en la fiesta está el problema. Con la implementación del Plan Estadio Seguro, las hinchadas se han visto reducidas sin ocupar sus elementos, es decir, el bombo, los lienzos, papel picado, banderas, entre otros. El colorido del fútbol chileno se está perdiendo, la música también y esto a los hinchas de Los de Abajo no les está gustando.

Pero ¿qué se puede pedir? Estar en contra al Plan es lo natural y lo haría cualquiera. No obstante,  no sólo eso han hecho, sino que también marchas y protestas, pero lo significativo son las propuestas. La idea es llegar a un consenso donde ambas partes queden conformes. Ahora bien, todo eso no le quita la pena a los hinchas azules que no han podido hacer una fiesta en la galería y demostrar el cariño que se merece el Ballet de Sampaoli.

Imaginar el papel picado, los lienzos que dicen de qué parte vienen a alentar al equipo, el bombo que es el verdadero líder de la barra  y que da el inicio de las canciones, es algo que se extraña y de seguro los jugadores también. A la final contra O’higgins le faltó precisamente eso, quizás contra Boca en la semifinal en el Nacional también, pero una cosa es segura, la fiesta volverá, pues en Sudamerica se vive, juega y respira fútbol y en Chile no será la excepción. Lo que espero es que vuelvan los bombos, el lienzo y las pequeñas banditas que le dan el floclore necesario al fútbol, el deporte rey.

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